Pero no es un viernes cualquiera, es un viernes con carita feliz en el calendario… osea que es uno de esos días en los que me vuelvo a acordar de ese plastiquito azul que traigo en la cartera.
Ese plastiquito que me hace correr al banco como un borracho a una cantina, como un pecador arrepentido a un confesionario, como a un hombre con diarrea al baño, como… bueno con mucha exaltación pues….
Y aunque nunca fui mucho de party, por fin entiendo la felicidad que puede causar el sexto día de la semana…
Por fin es viernes..
Día Feliz!
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