¿Quién sigue? Va el tito.
Tomo un hondo respiro. Cojo el arma de madera, doy un paso adelante y quede frente a frente con la bestia.
Soy el cuarto en enfrentarla y ella aun luce impecable. El monstruo me supera en peso y tamaño pero eso no me intimida. Salgo primero al ataque pero ella repentinamente vuela sobre mi cabeza, comienza a balancearse de un lado a otro y después intenta embestirme pero soy más rápido que ella, la esquivo y acto seguido le doy un golpe en su estomago, la bestia se tambalea, apunto a sus piernas y doy el golpe de gracia. Sus azucaradas vísceras se esparcen por el suelo y de pronto me veo rodeado de otros ninos que se regocijan al cogerlas.
